¿ Necesitaban estas mujeres retocarse tanto?
El temor a envejecer y la presión mediática llevan a muchas personalidades a someterse a tratamientos para rejuvenecer su imagen, a veces, antes de tiempo. Así, Charlene de Mónaco, la Reina Letizia,Rania de Jordania , entre otras, nos han sorprendido en los últimos años con una nueva imagen: analicemos sus cambios de look y el porqué.
No debemos olvidar que, cuánto mayor es la posición de poder que ocupa una mujer, más se le exige que se preocupe por su apariencia física, y más #perversa es esa #presión #estética como herramienta de desautorización y descrédito hacia ella.
#CHARLENE DE MÓNACO
La soberana de Mónaco es el caso más reciente de varios evidentes retoques. Según la doctora Espallargas, “En conjunto, su cara está muy artificial. Las arrugas del cuello delatan un lifting prematuro, y labios y mejillas están muy exagerados”.
Pómulos: un material rígido o un exceso de relleno hacen que la mejilla y el pómulo tengan ese aspecto tan exagerado. Labios: además de los granulomas, el perfil del labio está tan levantado que le hace sombra, y es demasiado alargado. Lifting: las arrugas verticales que se aprecian en el cuello delatan un lifting, cuya cicatriz se oculta debajo de la oreja.
Como se puede apreciar en esta imagen, del Baile de la Cruz Roja de 2014, Charlene de Mónaco ha experimentado una importante transformación, que ha convertido su rostro natural, mucho más dulce y redondo, en otro más anguloso y alargado. El tercio medio y el tercio inferior del rostro han cambiado completamente. Que la elegancia innata de Grace Kelly y el estilo impecable de Carolina de Mónaco sean tus dos referencias -o casi competidoras- más directas puede ser un revulsivo o una meta inalcanzable. Pero parece que Charlene Wittstock ha optado por lo primero y para ello recurre a todo lo que está al alcance de su mano, en cuanto a estilismo se refiere.
#LEYIZIA DE ESPAÑA.
La Reina luce un rostro muy diferente al que conocimos cuando se prometió con Felipe. Su operación de nariz y otros tratamientos estéticos así lo prueban.
Primero fue la operación de estética para perfilar su nariz y su mentón. En el caso del apéndice nasal, se buscó absurdamente una excusa médica para lo que sencillamente era una cuestión de belleza. La aclaración que se dio desde el departamento de comunicación de Zarzuela a instancias de los medios era que doña Letizia tenía el tabique desviado y que esta cuestión le suponía un inconveniente para desarrollar su vida cotidiana.
A falta de datos y con la opacidad que caracteriza todo lo que tiene que ver con la vida no institucional de “los Asturias” los rumores se desataron, cuando lo único razonable era que doña Letizia había sucumbido a los milagros de la estética. Una opción que eligen muchos ciudadanos que no están contentos con su físico o, si lo están, quieren mejorarlos. El único problema era que la Princesa había repetido por activa y pasiva en determinados círculos ajenos a su familia que no quería que la convirtieran en una fashion victim como le sucedía a su clon Rania de Jordania.
El proceso de adaptación en la Familia Real y estar en el punto de mira posiblemente hicieron mella en su ánimo y en su aspecto. Por entonces se la veía seria, se hablaba de cierta frialdad en su relación con el Rey Juan Carlos… Su cara denotaba cansancio y ya tenía un rictus muy marcado.
Pronto, la entonces Princesa iniciaría un gradual proceso de transformación para eliminar esas pequeñas arruguitas en el entrecejo, la pata de gallo y el rictus.
2008 es el año en que comenzó todo: en agosto se sometió a una intervención quirúrquica “para corregir un problema respiratorio”, según informó la Casa Real. Y en pleno posoperatorio lo descubrimos, mientras visitaba junto a Felipe a los heridos de un accidente aéreo en Barajas.
En 2012, para celebrar su 40 cumpleaños, Letizia había alcanzado su meta estética. Su cara presentaba facciones más armoniosas y su piel aparecía resplandeciente gracias al colágeno y la inyección de vitaminas.
En el 2013, según los expertos, también se habría sometido a un retoque de su mentón para hacerlo menos prominente y más equilibrado con su nuevo perfil.
En 2014, Felipe y Letizia subían al Trono. Letizia, convertida en Reina, se presentaba más segura en sus actos públicos, pero también recibía más presión por situarse en primera línea, lo que se tradujo en una atención más centrada si cabe tanto en su atuendo como en su belleza.
En estos últimos años Letizia se ha dedicado básicamente al “mantenimiento”, acudiendo regularmente a su centro de belleza y sometiéndose a pequeños retoques. En su visita de Estado a Francia de 2015 lucía así de radiante.
“Ella quiere que se la conozca por su trabajo”La Reina no se aplicó la frase de Sean Connery en su papel de 007, no digas nunca jamás, y utiliza parte de su tiempo a embellecerse y a juicio de una médica consultada, por la El Mundo LOC, "está a punto de pasarse al lado oscuro" y resultar una mujer demasiado retocada y artificial.
Su dermatólogo, el doctor Ricardo Ruiz Rodríguez, uno de los mejores especialistas del país, que acaba de publicar un libro en el que ofrece sus consejos. Sabios consejos, debemos añadir, entre los que se incluye yoga, ácido hialurónico, bótox y, cómo no, dieta. 'Antiaging, cómo envejecer con elegancia' (Roca Editorial) es un manual en el que se desvelan los secretos de las celebrities patrias para lucir esas maravillosas pieles.
Aunque Doña Letizia controla bastante sus gastos, sobre todo a raíz de la grave crisis económica que sufre España, no se puede negar que es una mujer a la que le gusta vestir con ropa de marca, utilizar carísimos productos de belleza y someterse a exclusivos tratamientos estéticos. Pues cuidar su aspecto y luchar contra el envejecimiento son dos de sus grandes preocupaciones.
#RANIA DE JORDANIA.
La línea que separa a las damas de la realeza de las 'celebrities' es muy fina y en ocasiones puede llegar a 'esfumarse'. La esposa de Abdalá II se encuentra en ese punto en el que ha dejado un poco de lado su papel de reina y se ha centrado en el de 'celebrity'. La reina hachemita se parece cada vez más a Kim Kardashian y menos a Isabel de Inglaterra.
Ya antes de convertirse en reina, Rania se sometió a una rinoplastia. Fue en 1991, un año antes de su enlace matrimonial con el rey Abdalá II de Jordania.Después conoció a su ahora marido y se reafirmó en su condición de fan de la cirugía estética.
Hay quien incluso compara a la reina Rania de Jordania con la reina Leticia, debido a que las dos soportan gran presión mediática, las dos son guapas, a las dos les gusta la moda y las dos parece ser que se han retocado la cara hasta el punto de que hay quien dice que parecen incluso hermanas. Yo no sé si llegaría a tanto en esa comparación de una y otra, pero sí es cierto que guardan cierto parecido.
Quizá ese afán por la "imagen occidental" sea un medio para conseguir sus propósitos. Pues, desde su posiciób como reina, se ha lanzado a tumba abierta contra los estereotipos a difundir la imagen de que el islam no es incompatible con la modernidad. Una tarea titánica. En marzo de 2008 creó un canal en YouTube para dirigirse al mundo al modo de las estrellas de la televisión norteamericana. Allí ofrece 10 razones para explicar la iniciativa: "Porque cualquier cosa que pueda hacer la reina Isabel, yo puedo hacerla mejor"; "porque estaba cansada de la gente que piensa que Jordan (Jordania) es sólo un jugador de baloncesto"; "porque lo que sabéis sobre los árabes no debería proceder sólo de Jack Bauer"... Bauer es el agente de la serie de televisión 24, en la que árabe y terrorista vienen a ser sinónimos.
#METTE MARIT
Mette Marit es una pionera en el mundo de la realeza. Fue la primera mujer sin orígenes aristocráticos en entrar en los salones de la vieja institución monárquica. En parte gracias a ella, poco después, Mary Donaldson se casaba con Federico de Dinamarca; Camilla Parker Bowles, con Carlos de Inglaterra; Máxima Zorreguieta, con Guillermo de Holanda y Letizia Ortiz, con Felipe de Borbón. Y es que todas, al igual que la entonces novia de Haakon, tenían un pasado inusual hasta ese momento para una princesa. Por eso, cuando Mette Marit y Haakon pronunciaron el "sí quiero" en la catedral de Oslo, delante de representantes de las casas reales de todo el mundo, se sellaba algo más que una historia de amor, empezaban los aires de cambio, nacía esa generación de reyes del siglo XXI.
Hace unos años (2012), la prensa Noruega advertía de que su princesa había comenzado a eliminar alguna huellas de la edad de su cara, pero la transformación de ahora es más evidente. Este nuevo retoque estético coincide con su regreso a la vida oficial tras permanecer alejada del público, una ausencia que fue justificada por una operación de hernia cervical. Sin embargo, algunos medios noruegos aseguraron que la baja fue más prolongada de lo esperado y que obedecía a una crisis matrimonial.
Fuentes:
www. El país.com
www. vanitatis.elconfidencial,com. casasreales.envena. palomabarrientos
centronufer,republicano.com
www.elmundo.com
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